Después de 5 años de estar fuera de la lucha libre, Esther Moreno reapareció en la arena Neza. La gladiadora dijo a BOX Y LUCHA:
“Me tomé una pausa de más de 5 años para dedicarme de lleno a mi familia, especialmente al cuidado de mi hijo. Fue un periodo muy lindo y provechoso, en el cual, aprendí muchas cosas. Hoy en día, admiro más a todas aquellas compañeras luchadoras que son mamás como Lady Apache, Rossy Moreno, entre muchas otras; yo di el cien por ciento en la lucha durante 20 años porque estaba sola; ellas han dado el mil por ciento porque tenían hijos qué cuidar; para nada es sencillo desempeñar el rol de madre cuando se está en este deporte.
“Lo que más se me dificultó en esta lucha fue la condición física; prácticamente me quedé sin aire sobre el ring, hubo un momento en que sentí que me iba a desmayar, pero es cosa de retomar el ritmo poco a poco, porque lo que bien se aprende nunca se olvida. Durante mi receso, lo que más extrañé fue el ambiente de las arenas, el cariño de la gente, los aplausos, en fin, todo lo que alimenta al luchador. Me era muy difícil ver a mis hermanos irse a luchar, y yo quedarme, la lucha corre por nuestras venas no la vamos a dejar tan fácil”.
Sobre sus planes, Esther Moreno comentó: “En todos mis años de carrera, he ganado muchas cosas, pero algo que no he tenido la oportunidad de disputar es el campeonato mundial femenil. Regresé con el propósito bien firme de buscar ese cetro, que hoy en día tiene Amapola. No descansaré hasta obtenerlo. Por otro lado, quiero enviar un mensaje al Apache y sus hijas, que les han hecho la vida imposible a mis hermanos Cinthia y Oriental en Triple A: dejen de decir que los Moreno están acabados, porque en todos sentidos somos mejores que ustedes, tan es así, que no necesitamos recurrir a dramas familiares para que nos pongan atención. Somos auténticos luchadores, y lo demostramos donde debe ser: en el ring”.
