Satánico, 35 años de éxito

Nombre de batalla: Satánico.

Nombre real: Daniel López López.

Apodos: El Número 1 y El Infernal Mayor.

Debut: 17 de junio 1973.

Maestro: Cuauhtémoc Diablo Velazco.

Fecha de nacimiento: 26 de octubre 1949, en Guadalajara, Jalisco.

Pierde la máscara: Ante El Vengador, 4 de enero 1974 en Guadalajara.

Estatura: 1.76 cms.

Peso: 97 Kg.

Movimientos y castigos: nudo, media cerrajera, sentón.

Títulos: nacional medio (3 veces), mundial medio NWA (5 veces), mundial semicompleto NWA (4 veces), mundial medio UWA, nacional de tríos (2 veces, con MS-1 y Pirata Morgan, y con Averno  y Mefisto), mundial de tríos del CMLL (3 veces: con MS-1 y Pirata Morgan; con Emilio Charles Jr. y Rey Bucanero, y con  Averno y Mefisto), mundial medio del CMLL, mundial semicompleto junior de FMW, mundial welter del CMLL.

Peores enemigos: Lizmark, Sangre Chicana, Ringo Mendoza y Dandy.

Pierde la cabellera: Flama Azul (20 de mayo de 1978, pista arena Revolución), Cachorro Mendoza (28 de agosto de 1979, arena Coliseo), Fantasma (24 de octubre de 1980, arena México), Fabuloso Blondy (7 de abril de 1989, arena México), El Dandy (dos veces: 14 de diciembre de 1990, y 18 de septiembre de 1992, ambas en la arena México), Héctor Garza (dos veces, 7 de abril de 1995 y 15 de diciembre de 1995, ambas en la arena México), Emilio Charles Jr (20 de marzo de 1998, arena México), Negro Casas (19 de octubre de 1998, arena Puebla), Tarzan Boy (2 veces, 25 de febrero de 2000, arena México, y 17 de julio del mismo año, arena Puebla), Emilio Charles Jr (24 de noviembre de 2005, arena Neza), Máscara Año 2000 (30 de noviembre de 2003, arena Coliseo), Damián 666 (15 de octubre de 2004, auditorio de Tijuana), Pierroth (27 de mayo de 2007, arena Puebla).

Cabelleras ganadas: Ricky Romero (27 de febrero de 1979, arena Coliseo), Chamaco Ortiz (26 de mayo de 1979, pista arena Revolución), Reo (29 de junio de 1980, pista arena Revolución), Cachorro Mendoza (29 de agosto de 1980, arena México), Mocho Cota (26 de septiembre de 1980, arena México), Ringo y Cachorro Mendoza (en pareja con Sangre Chicana, mayo 1982, arena México), Sangre Chicana (junio de 1982, arena México), La Fiera (16 de septiembre de 1983, arena México), Samurai Shiro (30 de julio de 1984, arena México), Alfonso Dantés (agosto de 1985, arena Coliseo de Guadalajara), El Dandy (octubre de 1987, arena México), El Texano (16 de agosto de 1988, arena México), Mike Stone (31 de marzo de 1989, arena México), máscara y cabellera, junto a Atlantis, de Tierra Viento y Fuego y MS-1, arena México; Jerry Estrada (23 de marzo de 1990, arena México), Kato Kung Lee (21 de junio de 1991), arena México), El Dandy (06 de octubre de 1991, arena México), Pirata Morgan (26 de noviembre de 1993, Texcoco), Brazo de Oro (29 de noviembre de 1999, arena México), Máscara Mágica (máscara, 28 de septiembre de 2001, Arena México), ManiacoP (máscara, 29 de julio de 2002, arena Puebla), Damián 666 (25 de octubre de 2002, arena México), Nosawa y Masada (en pareja con Negro Casas, 16 de mayo de 2003, arena México), Violencia (16 de agosto de 2004, arena Puebla).

 

“Nací en la meritita capital de Guadalajara, del Sector Juárez, en el corazón de San Juan de Dios, para ser exactos, fue un 26 de octubre del siglo XX”. Así empezó la charla El Satánico, quien nos concedió esta entrevista con motivo de sus 35 años como luchador: “En Guadalajara se da la crema y nata de la lucha libre. Como todo niño de clase media baja, tuve muchas necesidades económicas pero gracias a mi madre, que fue padre y madre a la vez, pudimos salir adelante.

“A pesar de eso, tuve una infancia feliz, con muchas cosas que se han perdido en la actualidad; vivíamos en el campo rodeados de surcos, siembra, jugábamos entre la milpa, en los árboles, me sentía Tarzan porque eran las películas que estaban de moda, esos son recuerdos que siempre van a quedar en mi mente. Mi infancia fue carente de recursos económicos pero rica en vivencias. Tengo dos hermanos, Eduardo, que es mayor que yo, y mi hermana Blanca Estela, la menor, ellos radican en Guadalajara con sus respectivas familias y nos llevamos bien.

“Fue a la edad de quince años cuando nació mi amor por la lucha; desde que tengo uso de razón, las luchas se televisan en Guadalajara, y los primeros gladiadores que vi fueron Pantera Blanca, Oso Negro, Black Terror, Javier Escobedo, Red Terror, Black Killer, El Enfermero, los tres últimos veteranazos de la época de Televicentro, y posteriormente descubrí a las grandes figuras de la arena México como Black Shadow, El Santo, Rolando Vera, Beny Galant, Ray Mendoza, Karloff Lagarde, René Guajardo, Los Hermanos Espanto y Henry Pilusso, es con ellos con quien nace mi afición a la lucha, pero a quien siempre admiré en forma especial fue al Santo ya que iba a ver sus películas en cine, permanencia voluntaria, y me echaba tres, y salía sintiéndome El Enmascarado de Plata.

“Como no quería estudiar, mi mamá me mandó a trabajar con una tía de mozo y con el tiempo terminé como gerente de esa tienda, que era la casa de modas Lafayete, digo el nombre porque ya no existe, estaba a un costado de la catedral de Guadalajara. Cuando estaba por cumplir 18 años me di a la tarea de buscar un gimnasio donde aprender lucha libre, y encontré el gimnasio Marina, donde el instructor era Cuauhtémoc Diablo Velazco, considerado uno de los mejores; con él entrené cinco años.

“Cuando tenía tres años de entrenar, un día me invitó José Luís Hernández El Monarca para que debutara a escondidas del Diablo; como amateur me gustaba mucho hacer exhibiciones en Guadalajara, que era una forma de motivar a la gente a que practicara deporte. Yo ignoraba que El Monarca era cuñado de Aníbal, hasta que una vez llegué a su casa y vi una foto de él, lo cierto es que una ocasión me dijo que faltaba un luchador para ir a Ciudad Guzmán, y que yo podía suplirlo, aunque fuera olímpico. Debuté con un equipo azul que me prestó José Luis; recuerdo que las botas eran del nueve, y yo calzaba del siete, por lo que tuve que llenarlas de periódico. Por ahí alguien me prestó una máscara y subí al ring. Iba en sustitución del Príncipe Negro. El promotor me preguntó que con qué nombre lucharía, y dije Satánico. Era una lucha semifinal, mano a mano contra La Saeta Negra. Fue el 17 de junio de 1973. Perdí en dos caídas al hilo y por descalificación. Y es que mi rival quiso humillarme, pero no contaba con que traía una gran escuela, así que le di una golpiza. Al otro día se enteró El Diablo que había luchado sin su permiso, y me puso la regañada de mi vida.

“Al perder la máscara, en 1974, quedé convencido de que no me volvería a tapar. Nada me hubiera costado hacer lo que otros tantos luchadores, pero siempre tuve bien claro que debía respetar la lucha. Ese tipo de cosas nos inculcaba El Diablo Velazco.

“Sufrí mucho al llegar a la ciudad de México. Hubo ocasiones que no tenía ni para comer. Fueron momentos difíciles, pero valieron la pena porque la lucha me ha dado más de lo que merezco y eso no tengo con qué pagarlo.

“Claro que pasa por mi mente la idea del retiro, si mi empresa tiene a bien rendirme un homenaje, qué bueno, pero si no, nadie me quita lo bailado. No tengo problema en irme sin hacer ruido, pues así llegué a esta profesión”.

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