Recuerdos del Villano III

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En esta ocasión les contaré de los retrasos que se tiene en los aviones, porque muchas ocasiones hemos sido víctimas hasta de cancelaciones de los vuelos, la causa más común es el mal tiempo. Hay líneas aéreas que no cuentan con los medios suficientes y los aviones para poder cubrir las rutas que ellos prometen, eso implica que uno no llegue a las plazas donde se tiene que luchar, o que se llegue sin equipaje.

A mi papá Ray Mendoza le tocó muchas veces vivir que documentaba su equipaje, y éste terminaba en otro lado. Y es que uno documenta para viajar a Guadalajara, por ejemplo, y resultó que la maleta se encuentra en Tijuana. Son errores garrafales que le cuestan a uno dejar de trabajar o hacerlo en forma diferente porque tenemos que usar equipos prestados. El año pasado íbamos a luchar a Tamaulipas, Los Hermanos Dinamita, Máscara Sagrada, Héctor Garza. Resulta que Máscara Año 2000 documentó su maleta, pero ésta nunca llegó, y como íbamos del avión a la arena hubo un problema grande.

Llegamos a Reynosa a las 8 de la noche, la función iniciaría a las 9; Jesús Reyes corrió con mucha suerte ya que varios de los luchadores locales le facilitaron sus arreos para que subiera al ring. No le quedaron a la perfección pero nos sacó del atolladero y todo por una negligencia de los maleteros. En una ocasión viajaba de Tijuana a La Paz, y mi maleta no llegó. Fue muy incómodo porque las cosas que me prestaron para subir a luchar me quedaban o muy justas o muy flojas, por fortuna iba uno de mis hermanos y llevaba dos máscaras y me prestó una.

Un día me tocó viajar a Veracruz con mi papá y El Solitario. Abordamos el vuelo de las siete de la noche, era tiempo de lluvias y al intentar aterrizar en Veracruz, hubo una falla en el avión, las luces se apagaron y tuve la impresión de que los motores también; el aparato, en el aire, rebotaba de un lado para otro, todo se cimbraba, mi papá y yo nos agarramos de las manos y sentí que una tragedia se cernía sobre nosotros, nos encomendamos a Dios. De pronto las luces del avión se prendieron y miré al Solitario que estaba espantado. Todo esto que les platico duró como quince minutos. Al final el piloto anunció que debido al mal tiempo el vuelo se suspendía y teníamos que regresar a la ciudad de México.

Cuando regresamos al DF eran las nueve de la noche y decidimos no volver a volar en ese momento. En el aeropuerto me comuniqué con Benjamín Mora, que era el promotor, y se molestó. Espero sus cometarios a ardimen3@yahoo.com mx, o bien a www.villanotercero.com

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