«Agradezco mucho a BOX Y LUCHA esta entrevista. Quiero platicar a los lectores de mi más reciente viaje a Europa; fue muy bonito; fuimos Dragón Rojo, Sangre Azteca, Stuka y un servidor. Trabajamos en Suiza, Basilea para ser exactos; estuvimos también en Bélgica, en su capital, Bruselas. El viaje fue largo y cansado, pero la gente quedó encantada con nuestro trabajo». Con estas palabras inició la plática con El Hijo del Fantasma, en días pasados.
«Las personas que asistieron quedaron enamorados de la lucha libre mexicana e indudablemente vamos a regresar. Dimos una lucha de exhibición en una galería, en una feria de arte moderno en Basilea; había muchos artistas, varios de ellos mexicanos, que expusieron sus obras. Al principio de la lucha la gente estaba indiferente porque no sabía qué cosa estaba viendo. Conforme transcurrían las acciones, empezaron a mover bufandas y gorros. El ambiente mejoró muchísimo, y en algo se parecía a la Arena México.
«Luchamos dos veces en el Museo de Arte Moderno de Basilea y de ahí viajamos a Bélgica; en la ciudad de Bruselas dimos otra exhibición la cual estaba programada para 250 personas, y al final entraron más de 3500. Era un evento particular para el cuerpo diplomático mexicano en Europa y para otros países, pero se corrió la voz. Aquí en México, la lucha libre es un deporte espectáculo, en Europa es vista como arte y por lo tanto la gente quería saber de qué se trataba. Había luces, sonido, edecanes, etc. El rumor de la lucha corrió de boca en boca y el lugar quedó atiborrado.
«Las edecanes eran europeas, todas muy bonitas, como las de México; había un anunciador en forma, llevaba un saco cosido con lentejuelas, su corbata de igual manera, se trató de dar un espectáculo de gran manera, sin caer en cosas circenses o grotescas. La europea es una sociedad distinta, que suele ser indiferente a lo ajeno; cuando llegábamos con las máscaras sólo nos veían, pero no se acercaban, había un barrera, que desapareció cuando empezamos a luchar, pues nos pedían fotos, besos, nos tocaban. Las ciudades son hermosas, con una arquitectura impecable, limpias, restaurantes muy bonitos. Bruselas es una ciudad multicultural, hay marroquíes, congoleses, de Angola.
«Por otro lado, quiero aclarar lo que pasa con la Porra de Tepito: es algo que llama mucho mi atención porque, me conoces, y siempre he sido una persona humilde que me brindo a la gente; lo que pasó con la porra fue un malentendido que se genero por un incidente con Dr. Wagner. Se puede decir que existe una especie de veto hacia mí; me da tristeza porque soy un luchador que me brindo a toda la arena. La Porra de Tepito es una de las de más tradición dentro de la lucha libre. He tratado de ganarme su apoyo con mi trabajo y esfuerzo, sería fantástico que me aplaudieran. Cada que voy a luchar a la Arena México, anhelo ganarme sus palmas».
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