Lo vimos llegar a la Arena Coliseo de Guadalajara; impecable como siempre, saco blanco, pantalón negro, combinación perfecta. En el trayecto de la puerta al pórtico se detuvo una docena de veces a repartir autógrafos y tomarse fotos con muchos de sus admiradores. Tras sentarse en una butaca de primera fila, José Luís Barajas, El Faraón, charló con BOX Y LUCHA:
«Muchas gracias por la entrevista y por los elogios. Primero que nada, un saludo para todos los lectores de BOX Y LUCHA, y aquí estoy radicando en Guadalajara desde hace un buen tiempo, cristalizando mi sueño que es el negocio de bienes raíces, y ya totalmente alejado del pancracio, más no olvidado de la lucha libre.
«Me siento emocionado porque, de alguna manera, aquí, en la Coliseo tapatía, inicié y consolidé mi nombre, y tuve el orgullo de que la gente me hiciera el favor de seguirme. Fui el primer luchador del occidente que tuvo club de admiradoras; eso fue algo grande en mi vida deportiva. Soy del DF, pero me siento totalmente tapatío, porque toda mi vida la he pasado aquí.
«Seré breve en lo que respecta al Hijo del Faraón; honestamente, no es mi hijo, es un ahijado, el único hijo que tengo se dedica al futbol. Pido disculpas a toda la afición por esta situación que de alguna manera avalé para que este joven luchara como El Hijo del Faraón; desgraciadamente no se dieron las cosas, no se pudo y el nombre está de nuevo en mis manos. El Hijo del Faraón, así como surgió, desapareció, y así seguirá a partir de ahora. Cualquier persona que ande usurpando ese nombre o luchando como El Hijo del Faraón, es un estafador ya que nadie tiene autorización para portarlo.
«Me retiré dignamente, no quería que la gente me viera como a otros luchadores que fueron grandes, y con el tiempo perdieron facultades, condición física y sobre todo, juventud, que es lo que se necesita en esto, así que decidí retirarme antes que el tiempo me comiera. Dejé en la mente del espectador la imagen del Faraón viva y con las facultades intactas. Tuve la oportunidad de iniciar en otro negocio y estoy muy a gusto, y me siento más satisfecho cuando la gente me ve bien. Eso era lo que quería, retirarme bien, no lastimado o dejando un recuerdo feo, porque la gente que sigue luchando contra el tiempo y se aferra, está mal. Quise ser legal conmigo mismo y con el público, y ser bien recordado.
«La lucha actual de Triple A es una copia vulgar y burda de la lucha de WWE; cuando menos los estadounidenses lo hacen bien, eso es lo que debe aprender Triple A, para cuando trate de imitar, lo haga bien. Hay imitadores que superan a la persona que imitan pero aquí, desde los dirigentes, no hay capacidad en un negocio como este, hacen ver la lucha burda, fantasiosa y fuera del estilo mexicano porque están tratando de imitar algo y lo están haciendo mal. Felicito al CMLL porque de alguna manera trata de apegarse a lo que es la lucha libre. A todos los aficionados les mando toda mi gratitud por tanto tiempo que me aguantaron».
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