Ahora toca turno al maestro lagunero Blue Panther, para platicarnos su trayectoria en la lucha libre, en víspera de que exponga su incógnito ante Villano V. Sentado en el sillón de piel de la oficina de prensa de la arena México, El maestro lagunero habló para BOX Y LUCHA:
“Recuerdo que hace unos ayeres, cuando vivía en Gómez Palacio, Durango, mi hermano mayor practicaba la lucha libre; de hecho, se hizo profesional y trabajó en el deportivo Masiste. Las veces que lo fui a ver luchar fueron mis primeros contactos con este deporte; estoy hablando de los años sesentas. Por años le perdí la huella al pancracio. Con el tiempo llegué a un barrio. A una calle de donde vivía estaba la arena Ferrocarrilero, que era una arena de barriada; me hice aficionado y tiempo después empecé a entrenar.
“Un día le pregunté al dueño de la arena, que era El Moro (papá del Espanto Jr) qué necesitaba para practicar lucha; al día siguiente, que era lunes, llegué a entrenar con Héctor López. Estuve entrenando con él cuatro o cinco meses; después, me conectaron con El Halcón Suriano, quien fue el que me enseñó la mayor parte de lo que sé. Por eso, cuando alguien me pregunta por mi maestro; siempre digo que yo tuve dos, el que me inició y el que me enseñó; para ellos, mi eterno agradecimiento. Después entrené con generales de división como Villano I, Tony López, René Guajardo y Ray Mendoza.
“Recuerdo ese primer entrenamiento con mucha nostalgia, porque me pasé como cuatro o cinco días sin poder comer, sin sentarme, sin caminar, sin voltear y sin moverme porque mi cuerpo no estaba acostumbrado a tanto ejercicio. Era tanto mi dolor, que ni podía hacer del baño, pero nunca pensé en claudicar; al contrario, dije: ‘Ahora voy para adelante’. Después de esos días, todo fue placer, porque me gustaba lo que hacía. Con Halcón Suriano me preparé más de tres años, aún siendo profesional; cuando iba a Torreón, me daba mis escapadas para entrenar con él.
“Tuve la gracia de Dios de que él me enseñara lo que ni a sus hijos. Me regalaba conocimientos, tiempo, horas de entrenamiento para enseñarme. A sus hijos, donde quiera que estén, les mando un abrazo, a Rigo, Casquete, Juan y Jorge. Debuté el 8 de octubre de 1978, aunque ya me había presentado en otras arenas, pero sin cobrar. Mi primer sueldo fue de 240 pesos; me volví loco, no sabía qué hacer con ese dinero. Quiero agradecerle a la gente todo su apoyo y gracias por todo este tiempo que me han dado”.