El carisma de Goya, La Chica de Plata, es tan genuino como el de su padre, Súper Porky; sin embargo, esta gladiadora milita en el bando rudo y disfruta más vapuleando rivales que recibiendo abrazos y afecto de los niños.
Su hermana lucha como Danna, La Muñeca de Plata.
Estoy platicando con ella en el Gimnasio Villalobos. Amable y tranquila, con sonrisa de niña, Goya habla para BOX Y LUCHA de su carrera: «Duré un año como amateur y llevo tres como profesional. Actualmente entreno en la Arena México con el profesor Arturo Beristain; también tomé clases con mi papá.
«Debuté en Tultepec, con Triple A. Fue una lucha difícil porque enfrenté a mi papá, Gronda y El Elegido. De mi lado estaban Pirata Morgan y Head Hunter. Recuerdo que estaba muy nerviosa por luchar entre súper estrellas, todos hombres. Aquella ocasión luché como Lady Hunter, pero poco después adopté este personaje.»
Goya dice que una condición para que Súper Porky le diera permiso de entrenar lucha libre, fue que ella debía estudiar una carrera y titularse: «Estudié Diseño Gráfico y también Corte y Confección. Eso me ayudó muchísimo porque además de cumplir la promesa que le hice a mi papá, pude diseñar y confeccionar mi vestuario. Mi familia me dice Goya, de cariño, y decidí llamarme La Chica de Plata en honor a mi papá, Brazo De Plata.
«Definitivamente, traigo la lucha en la sangre. Además de mis tíos y mi papá, mi hermana también es luchadora, trabaja como Danna, La Muñeca de Plata. Hasta el momento hemos cumplido todas nuestras metas y no fallaremos al dejar en alto el apellido Alvarado.»
Goya es independiente, pero tiene eventos con Los Reyes del Ring y también hay planes de que trabaje con EAW: «A causa de la influenza se vinieron abajo muchas funciones que tenía programadas. Apenas estoy recuperando el ritmo de trabajo y espero que mucha gente pueda conocerme en poco tiempo.
«Por otra parte, a mí papá les está yendo mucho mejor como independiente que cuando estaba en Triple A, pero confieso que a mí sí me gustaría entrar a las grandes empresas del país, para conocerlas bien y aprender a desenvolverme según las exigencias de cada una. Me gusta mucho el Consejo Mundial de Lucha Libre porque manejan la lucha a ras de lona y son más estrictos. Yo admiro a Marcela, es extraordinaria. Ojalá algún día pueda luchar contra ella.»
Desde niña, Goya –quien tiene 22 años de edad- ha acompañado a Súper Porky a las funciones de lucha: «Me ponía muy nerviosa cuando sangraban a mi papá o lo lastimaban. Es curioso que ahora mi hermana y yo también andemos en esto. Afortunadamente -además de mi familia- tengo el apoyo incondicional de mi novio. A él le gusta la lucha libre, pero no se dedica a esto.»
Goya pide a la afición que no la pierda de vista: «Estoy convencida de que si los empresarios proyectaran más a las luchadoras, la gente se daría cuenta de que somos buenas. A todo el público le pido que me siga la pista y que apoye la lucha femenil para que nunca más vuelva a quedarse en el olvido.»
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