¡La Gira del Caballo Blanco!
Recordar es vivir, y ahora tengo ganas de perpetuar aquella famosa, peligrosa, cansada y llena de anécdotas, Gira del Caballo Blanco, que se iniciaba en los martes Populares de la arena Coliseo, con luchas para seleccionar a los atletas que partirían esa noche en una camioneta piloteada por José Luis Mendieta — conocido como el Niño de Cemento, y que fue descubierto por Gori Guerrero en un taller de llantas y que lo enseñó a luchar y lo hizo campeón nacional completo—, rumbo a Guadalajara, donde se efectuaba la primera lucha con la que se iniciaba la famosa Gira del Caballo Blanco, emulando la canción de José Alfredo Jiménez, ahí luchaban Aníbal, Fantomas, Ray Mendoza, Rodolfo Ruiz, Estrella Blanca, La Saeta Azteca, Villano III, Milo Ventura, El León Negro, Mil Máscaras, Alfonso Dantes y otros que poco a poco iremos mencionando.
Vick Amezcua consiguió grandes éxitos en una de estas giras.
He de advertir que a pesar de que la gira era una verdadera odisea, los luchadores se peleaban por asistir, pues no solamente entrenarían en funciones profesionales, sino también adquirirían más experiencia. De Guadalajara la camioneta partía por tierras nayaritas a Tepic, donde se sumaban Lorenzo Soto, Lalo Montenegro, para dar otra función. De ahí , siguiendo la ruta del Caballo Blanco, la camioneta pasaba por Esquinapa para llegar a Culiacán, donde daban un extraordinario rendimiento y donde empezaban los piques y los retos, después llegaban a Valle del Yaqui para trasladarse a Hermosillo donde los luchadores daban grandes batallas, a pesar de venir cansados y donde se sumaban luchadores locales, donde el Niño de Cemento regenteaba la arena, ahí luchaba Rayo de Jalisco, ídolo de esos rumbos, que daba grandes batallas con Alfonso Dantes, Huracán Ramírez, Vick Amezcua y Alberto Muñoz.
Alfonso Dantes, uno de los luchadores que participaba durante la Gira del Caballo Blanco.
La caravana seguía su camino por la Rumorosa, donde el tiempo era insoportable y muchas veces enfermos llegaban hasta Tijuana, donde a pesar del calor y del cansancio realizaban las mejores batallas, ya que los luchadores traían piques y eso redundaba en beneficio de los aficionados, porque las guerras eran más sangrientas, ya que al día siguiente regresarían a sus domicilios y querían dejar impresionados a los “espías” que hacían sus reportes al CMLL.
Aníbal, uno de los íconos de esta gira.
Confeti: Sigo insistiendo que las mejores luchas de los gringos, las dan las mujeres, pues no solamente ponen nerviosos a los aficionados con sus esculturales bellezas, sino con la furia con la que actúan, pues su repertorio y técnica superan a los varones ¡aunque usted no lo crea!
Hay un luchador que está a punto de debutar en Pachuca, llamado El Garabato, del que cuentan historias maravillosas, ya que sin ser todavía profesional, dejó constancia de su clase en los gimnasios donde entrenaba.
Mi Columna ha terminado, pueden romperla.