“Tan bueno soy, que tuvo que venir a mi casa”: La Parka

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Una batalla de muerte está confirmada para la Triplemania XVIII, dos grandes del pancracio nacional se van a enfrentar, dimes y diretes hemos escuchado durante semanas, y el próximo 6 de junio, sabremos quién de ellos es el mejor, si L.A. Park o La Parka, tienen mucho porque luchar ya que está en disputa el honor, el orgullo y la valía en el ring y hace poco se confirmó que ¡el nombre¡ también estará. Es por ello que mantuvimos una charla con La Parka para que nos diera su opinión del futuro encontronazo, entre otras cosas.

¿Qué podemos esperar para la lucha de Triplemanía?
-Todo. Si le interesa el nombre, le puedo dar un autógrafo, que va a decir para: L.A. Park de su agradable dolor de cabeza. Por siempre, su padre, La Parka.

¿Tus detractores opinan que L. A. Park te va a hacer pedazos?

-No es la primera vez que dicen eso. En mi casa tengo la máscara de Cibernético y también de Muerte Cibernética, que dijeron que me iban a arrastrar, a retirar, y a L.A. Park tampoco le tengo miedo. A mis fans, que la pasen light, que disfruten, me gusta dejar jugar y ahora me va a tocar hacerlo a mí.
Tan bueno soy, que tuvo que venir a mi casa. Dice que soy mediocre, soy una copia, pues qué mediocre es él, pues tiene que venir a buscar a una copia para poderle quitar el nombre.
Si vas a abrir la boca, L.A. Park, primero piensa las consecuencias de las respuestas. Yo no lo tengo que buscar porque no me interesa nada de él, ni el nombre de L.A. Park ni nada. Yo no soy de agua, soy de chocolate: todos se empalagan conmigo.

L.A. Park dijo yo estoy volviendo a mi casa…

-Cae más rápido un hablador que un cojo. Recuerdo todo lo que le echó a Triple A durante muchos años y justo cuando tenía que estar con la empresa, le dio al espalda. Se fue con el sueño americano. Tuvo tanto éxito que regresó a la Tres Veces Estelar. Somos tan grandes en Triple A que adoptamos huérfanos.

¿Tú conoces el trabajo de él en Estados Unidos?

-Nunca veo las luchas por televisión. Por desgracia trabajo sábados y domingos, pero lo que te digo es que si fuera tan bueno su trabajo, seguiría luchando en ese país.

Hay mucha gente que te vio como rudo y te recuerda así, ¿Volverías a ser un malora?

-Si él se hace técnico, lo haría, pero ahora no es tiempo todavía de luchar como rudo. Vamos a ver qué puede sacarme.

¿Te interesa la máscara de L.A. Park?

-No, tengo una en la casa. Frente a mi casa hay un taller donde las hacen, puedo entrar y comprar una.

Triple A tiene 18 años. ¿Cuáles han sido los mejores momentos para ti?

-Todos. Desde que dormí en la calle, la primera vez que entré a pedir una oportunidad, cuando trabajé como guardaespaldas del licenciado, cuando me castigó por rebelde, cuando no comía, cuando me quedaba bajo las bancas de la central de Tapo, porque eran las cinco de la mañana; de cuando un día nos dejaron tirados en San Luis, y cooperamos para el pasaje… de todo me acuerdo.

¿Te acuerdas de cuando te ofrecieron el personaje de La Parka?

-Fue en Actopan. Ese día me mandó hablar el Lic. Peña. Me citó para un día posterior. En un café, hablamos otro luchador, él y yo. Al final decidió darme el personaje.

¿Cuándo fue el momento en que la gente te abrazó como Parka?

-Pasaron meses. Eran los compañeros de ése entonces los que más me comparaban. Uno me enseñó su doctrina, aprendí a respetar. En Triple A no soy yo la estrella, es la misma empresa. El licenciado Peña tenía una filosofía, “dame cualquier nombre y lo voy a hacer grande”. Ellos se van y ahora dicen que es su casa. Ellos hicieron Triple A, pero nosotros la sostuvimos cuando se fueron. Una burda copia, como dicen, pero nosotros sostuvimos  a La Caravana.

¿Algo más que quieras agregar?

-Quiero aclarar algo. Yo hice grande a Karis, antes de ser La Parka. La gente sigue recordando a Karis 13 años después. . ¿Quién se acuerda de otros personajes de L.A. Park?… Recuerdo la primera vez que vi mascaritas de Karis, fue en la arena Neza. Me congratulo de haber hecho grande un personaje que fue campeón nacional y vencedor absoluto de Triplemanía IV. Además, nunca he perdido una máscara en toda mi carrera.

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