En muchas tribus el tatuaje tiene variados significados, culturales y religiosos, entre otros. Varios luchadores tienen imágenes, pero por gusto o moda, sin objetivo concreto. Curiosamente se trata mayoritariamente de extranjeros.
De pionero se encuentra el norteamericano The Mistery, él perdió la máscara en 1965 y “desapareció del mapa”.
Recientemente, a principios de los 90 llegó a México el Vampiro Canadiense, luego conocido como Casanova, actualmente cuenta con más de 60 tatuajes,
en 1992 vino Bam Bam Bigelow, y hace poco Marco Corleone. El texano Undertaker (Enterrador) tiene escrito en el cuello “Sofía” «Sara» con referencia a sus dos ex esposas, por eso, si se casa nuevamente, desea a alguien con el mismo nombre, para no ponerse otro. Mención especial merece el panameño Veneno, pues aparte de portar varios dibujos también los realiza. Dentro de los mexicanos con grabados se encuentra Astro Rey (Leonel Alberto Hernández, luego conocido como Kahoz), con uno en 1975 y recientemente Fabián el Gitano, Juventud Guerrera, Charly Manson, Heavy Metal e Hijo de Lizmark.