El Solitario, la ausencia de un ídolo

No sé si exista el más allá o simplemente sea una invención de quienes quieren prolongar su existencia. Yo con el derecho que tiene cualquier escritor de plasmar sus ideas en un libro, voy a romper lo que piensa la mayoría de la gente para trasladar mis propios pensamientos. Tanto me imagino que allá también existe la lucha libre que me pongo a pensar en aquellos que ya se encuentran en esa dimensión, supongo la siguen gozando como cuando eran partícipes de este mundo.

Tu nombre bastaba para llenar las arenas

Así que Solitario, quiero decirte que desde mi mundo recuerdo perfectamente las ocasiones que platicábamos en los panteones y en las arenas donde solíamos conversar.

Viene a mi memoria cuando hicimos un cómic donde tú eras el personaje principal, ahí luchabas contra monstruos y fantasmas, siempre salías avante. No se me pueden olvidar las veces que te ponías a criticar y a comentar el trabajo que hacías con tus compañeros, especialmente con el Ángel Blanco, con Dr. Wagner y con Kahoz; por eso quiero recomendarte que cuando te aparezcas en mis sueños me digas cómo es ese paraíso en el que vives y si de vez en cuando hacen funciones de lucha libre; porque aquí en México y en el mundo entero todavía se mencionan las hazañas y la magia de tus combates.

Ídolo

Recuerdo la ocasión que te llevé a la Astropista y la ovación que te llevaste cuando después de perder la primera caída superabas a tu rival. Es verdad que aquí la lucha libre ha cambiado mucho, que aquellos inolvidables mano a mano, prácticamente han desaparecido porque la lucha a ras de lona ya no es de agrado de la fanaticada, se aburren. Ahora lo importante es el aire, las contiendas aéreas, los topes suicidas, los viajes afuera del ring, las maromas en el aire y la lucha en grupo: cuatro contra cuatro, tres vs tres y dos vs dos.

Allá en la década de los cuarenta y cincuenta un programa de lucha lo llenaban diez colosos, ahora más de treinta hacen un cartel. Por eso quiero que cuando aparezcas en mis sueños (que es la única forma de comunicarnos) me platiques si existe este deporte en el más allá; si se hace ejercicio o todos son espíritus transparentes. Todos aquellos que fueron tus compañeros aquí en la tierra ya están contigo por lo que estoy seguro que ya encontraron la forma de divertirse, pero no sé cómo, porque yo me imagino que la gravedad no existe y por lo tanto los azotones no hacen ruido.

La lucha libre ha cambiado mucho

Los recuerdos de los fanáticos de tus hazañas son variados, pero la mayoría coincide en que eras un verdadero ídolo, el sólo enunciar tu nombre bastaba para llenar las arenas porque en aquel entonces la lucha a ras era apreciada, ahora como que aburre. El público quiere acción y el espectáculo del pancracio se ha convertido en una jaula donde todos vuelan.

Yo desde aquí te envío mis más sinceros abrazos y admiración porque una revista que mencione tu nombre es adquirida de inmediato, todos quieren saber más de ti. Te envío una tonelada de aplausos de parte del respetable. Sólo quiero preguntarte una cosa ¿Existe el odio en esas dimensiones? Contéstame cuando te aparezcas en mis sueños.

Marzo 2016.

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