Hola, queridos lectores. Les platicaré del señor Blue Demon, ya que con él realicé varias giras por el interior de la República mexicana; siempre andaba acompañado de su adorada Goyita, su esposa; muchos los criticábamos por eso, pero a final de cuentas, se le restaba importancia. En una ocasión nos tocó la gira del Pacífico, llamada también la gira del caballo blanco, porque se decía que uno terminaba con el «hocico sangrando». Salíamos de la Ciudad de México a Guadalajara. En aquel periplo no se viajaba en avión ni en autobuses de primera clase: puro camión. De Guadalajara íbamos a Ciudad Obregón, Sonora, un trayecto de 18 a 20 horas; luchábamos el lunes, dormíamos y al otro día, a las 4 de la tarde, salíamos a Guaymas; luchábamos y el miércoles, a temprana hora, íbamos a Nogales; el jueves viajábamos a Mexicali, luchábamos, y al día siguiente salíamos con destino s Tijuana. El sábado trabajábamos en Ensenada, y regresábamos a descansar a Tijuana; luchábamos y vamos de vuelta a Ciudad Obregón.
En le primera gira que hice por la costa del Pacífico, en el trayecto de Guadalajara a Ciudad Obregón, me dijo Blue Demon: «Quiero que, llegando a Obregón, me acompañes a entrenar porque tengo una lucha de campeonato contra René Guajardo, y quiero practicar unas llaves, pero no le comentes a nadie, porque esta noche me corono campeón, de esta noche no pasa». Para mí era un honor que el señor me pidiera eso porque me servía ya que aprendería, así que quedamos en vernos en la arena. Llegué al hotel, saqué mis cosas y me dirigí a la arena Coliseo de Obregón.
Esperé pacientemente cuarenta y cinco minutos, y no llegaba Blue Demon; una hora y nada, de pronto escucho una voz de arriba, de las gradas, que en realidad venía de la casa del señor Pepe Mendieta; era su esposa doña Rebeca: «¿Quien anda ahí?», preguntó. Respondí, y me aconsejó que me regresara a dormir porque en la noche tenía una lucha muy difícil. Me intrigó, pues agregó: «Ya me imagino quién te hizo venir, fue Demon o Guajardo». Extrañado, sólo la miraba, hasta que explicó: «Te jugaron una broma, nadie de ellos vendrá».
Regresé al hotel y sólo me dio tiempo de tomar mis cosas para irme a la arena. Vi llegar a Demon descansado y fresco y sólo me dijo:
«¿Qué crees, Arturito?, me quedé dormido, discúlpame».
En otra ocasión, era cierre de temporada e iba un súper cartel en la gira del Pacífico: René Guajardo, Gran Markus, Rayo de Jalisco, Blue Demon, Los Gemelos Diablo, Fishman, Cobarde, Alfonso Dantés, mi padre, Ray Mendoza y yo. Apenas cabíamos en la camioneta y muchos iban enojados ya que Blue Demon iba acompañado de Goyita, quien ocupaba un lugar.
«¿A qué viene?», era la inconformidad. Goyita era muy amiga de mi mamá y le comentaba que Demon habría sufrido un golpe en la cabeza y que tenía que andar con él porque le daban ataques epilépticos debido a una placa de platino que tenía en el cráneo; así vivió, desde que se dio ese golpe hasta que murió. Como ellos no lo comentaban a nadie, uno no sabía por qué siempre Goyita acompañaba a Demon. Espero sus comentarios a: ardimen3@yahoo.com.mx o bien a www.villanotercero.com