La muerte de La Parkita y Espectrito II sigue siendo un galimatías; entre más días pasan, más confusión existe. Pero, ¿qué piensa Espectrito, hermano de los gladiadores recién fallecidos?:
«Cerca de donde vivíamos, había una arena de lucha libre que se llamaba Santa Martha; cada domingo se escuchaban los gritos de la gente; un día le pregunté a mi mamá que quién gritaba, y cómo no le gusta la lucha, me decía que eran unos señores que se golpeaban. Un día fui y empecé a entrenar, al poco tiempo debuté y mis hermanos Beto y Alejandro iban a verme, les entró el gusanito y empezaron a entrenar conmigo, luego se fueron a entrenar con Rod Lanser y Drácula III, quien los apoyó para que debutaran.
«Debutaron como Los Gemelitos Diablo a sugerencia de Antonio Peña; los mandó a una gira por el norte y allá se presentaron por primera vez. Mi hermano Alejandro y yo tuvimos la fortuna de trabajar para la WWE, yo como Espectrito y él como Espectrito II. Mi hermano Beto (La Parkita), como no tenía sus papeles en regla, no pudo ir a trabajar. Después hubo cambio de personajes y Alejandro trabajaba como Tarántula y yo como Torito. Triple A manejó varias personas para que utilizaran el mote de La Parkita, hasta que llegó mi hermano, quien consolidó y dio prestigio al mote, eso todos ustedes lo saben, pero lo que más me duele es que aprovechen este momento y sigan haciendo eventos con el nombre de mi hermano.
«Mi hermano siempre quiso y respeto a Triple A, se consideraba parte de esa empresa; Antonio Peña era su guía. Siempre tuvo bien puesta la camisa. Respecto a la muerte de mis hermanos, sólo te puedo decir que todos saben que en la lucha libre hay mujeres guapas y que siempre nos acompañan y están con nosotros, y no como las de los retratos; siento que les pusieron un cuatro, ¿por qué? No sé. Haciendo gala de soberbia, todos saben que la carne del luchador es cara y escasa. Ellos tenían un chofer que los transportaba a todas las arenas y lo que nos cuenta es que los dejó a las 7 de la noche en un hotel de Paseo de la Reforma el día que fueron encontrados sin vida. Le dicen que se sienten cansados y lo invitan a pasar, con su esposa y familia, para que se queden en otra habitación.
«Todo es confuso porque sabes que en un hotel no permiten que se queden cuatro personas en un cuarto y los encontraron juntos, ellos estaban jurados, no habían tomado una gota de alcohol, una semana atrás habían ido a La Basilica de Guadalupe a jurar, porque querían echarle ganas y salir adelante en sus vidas. Sus esposas han estado aquí, no se han despegado; como cualquier matrimonio, tenían problemas, pero no pasaban a mayores. Hemos estado cerca de la policía porque queremos que se sepa la verdad, han estado con dos damas del hotel, una es la gerente y otra es la secretaria, pero hoy escuché en las noticias que agarraron al cantinero de un bar donde, supuestamente, ellos estuvieron. Esto es algo que no tengo bien ubicado.
«Me siento triste porque yo les decía en broma que ellos me tenían que enterrar y, mira, yo los enterré. No ha sido fácil. Mi mamá es una persona fuerte, le ha echado ganas, pero está lastimada por todo lo que pasó, ¿imagínate? Son dos hijos que se van. Yo me siento igual, porque además de mis hermanos, eran compañeros de trabajo. Tengo muchas anécdotas con ellos. La Parkita era un personaje conocido por todos y tenía mucho trabajo, en alguna ocasión mi hermano Alejandro lo sustituyó en una gira por Estados Unidos (Chicago, Nueva York), no había problema porque eran igualitos.
«Lo que pedimos en la familia es justicia, que agarren a los responsables. La autopsia dice muerte por envenenamiento, les pusieron gotas para los ojos en las bebidas, pero lo extraño es que ellos no eran de una cerveza, eran de carrera larga, te subes uno o dos six para no salir a la calle y no una cerveza, que fue lo se encontró, y más si llevaban damas. Quiero darte las gracias y decirle a la gente que La Parkita está muerto, y que no se utilice este personaje para lucrar. Mi hermano trabajó mucho para que ahora otros compañeros quieran colgarse».
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